Cuando llegó Don Facundo a aquel lugar sólo había grandes hectáreas de tierras sin cultivar, probó e intentó toda clase de siembras.
Los campos eran extensos y los caminos pedregosos.
Después de un tiempo de intentar sembrar algo, observó que, en los bordes de los caminos y campos en barbechos, crecían arbustos sarmentosos, con ramas arqueadas y espinosas.
Al comienzo no prestó mucha atención, pues los frutos eran rojizos y ácidos cuando los probó.
Un día observó, que los frutos rojos ahora eran de color negro, con duda tomó unos cuantos, cuidadosamente los puso en su boca y eran sabrosos...
By Pink